viernes, 6 de junio de 2014

Noticia de LNE sobre la mesa redonda sobre el urogallo cantábrico



Expertos en urogallos niegan la efectividad del plan para salvar la especie en el Cantábrico

Los investigadores afirman que se actúa sobre el hábitat sin conocer los motivos principales del declive del ave y cuestionan su cría en cautividad

05.06.2014 | 04:25
Una hembra de urogallo con dos pollos, en el centro de cría en cautividad en 2013.
Una hembra de urogallo con dos pollos, en el centro de cría en cautividad en 2013.
L. M. D. El progresivo y de momento imparable declive en la población del urogallo cantábrico tiene dividida a la comunidad científica, que aún no conoce todas las causas de la progresiva extinción del ave en la cordillera. De hecho, expertos en la materia pusieron en duda, en una mesa redonda en Pola de Laviana, las actuaciones de conservación de la especie puestas en marcha con el programa Life+ urogallo cantábrico. Consideran que algunas medidas, como las rozas y el clareo de distintas zonas, así como la cría en cautividad, "no favorecen" la conservación del urogallo. Luis Robles, coordinador del programa, defendió las medidas que se han venido llevando a cabo.
La mesa redonda, organizada por la asociación Ecos Astures, se celebró en la casa de cultura de Pola de Laviana. Participaron en ella Luis Robles, coordinador del programa Life+ urogallo; Rolando Rodríguez, investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido); Roberto Hartasánchez, del Fapas y Mario Quevedo, investigador de la Universidad de Oviedo. El moderador fue Vicente Suárez, de Ecos Astures. Robles defendió las iniciativas conservacionistas que el programa Life+ está desarrollando en toda la cordillera Cantábrica, como las acciones en el hábitat (con clareos) y con el programa de cría en cautividad, cuyos resultados, eso sí, son negativos de momento, porque no ha alcanzado ni el número de aves (70 se pretendían alcanzar, y hay 14) ni la diversidad genética necesaria. Robles apuntó que se está siguiendo el modelo de conservación ya llevado a cabo en otros lugares, como Escocia, donde según apuntó el coordinador del programa "la población se mantiene e incluso mejora".
No son ni mucho menos del mismo parecer otros expertos, como Rolando Rodríguez o Mario Quevedo. El investigador de la Universidad de Exeter afirmó rotundamente que "no hay evidencias de que lo que se está haciendo" en el hábitat del urogallo "mejore. Más bien parece que lo empeora. Lo que se hace puede tener consecuencias imprevisibles". Mario Quevedo afirmó que "nadie sabe realmente el motivo principal del declive del urogallo", pero a pesar de ello "se están desarrollando actuaciones. Entiendo que se quiera hacer algo, pero hay que asegurar que las acciones tengan consecuencias positivas". Quevedo también indicó que sería necesario "investigar mucho más" sobre la vida del animal", ya que, tal y como se indicó en la mesa, uno de los factores clave en la desaparición del ave es su bajísima tasa de supervivencia en las primeras fases de su vida, "entre la incubación y sus dos primeros meses". Hartasánchez también puso en cuestión las "mejoras del hábitat" del urogallo. Todos los participantes, a excepción de Robles, cuestionaron también el centro de cría en cautividad, tanto por sus métodos (fueron necesarios la extracción de puestas de huevos en libertad) como sus resultados.